Cuando se trata de atletas y finanzas, la percepción es que, aunque los atletas tienen ingresos más altos que la mayoría de la población general, los atletas tienden a gastar en exceso y no tienen en cuenta su futuro. Sin embargo, en los últimos años, muchos atletas se han vuelto más responsables fiscalmente y han tomado medidas para garantizar su seguridad financiera más allá de su carrera deportiva. Este cambio de mentalidad se puede atribuir a una variedad de factores, tales como: una mayor educación y conciencia, recursos de planificación financiera más sofisticados, y un mayor énfasis en la estabilidad financiera a largo plazo.
Un aspecto clave de esta tendencia es el creciente énfasis en la educación y los conocimientos financieros entre los atletas profesionales. Muchas ligas, equipos y asociaciones de jugadores ahora ofrecen programas y recursos de educación financiera para ayudar los atletas a aprender acerca de la gestión del dinero, las inversiones, y otros temas financieros. Además, hay una gran cantidad de administradores de empresas que no solo guían a los atletas en la toma de decisiones financieras, sino que también orientan y asesoran a estos atletas para ayudarlos a prepararse para la vida después del deporte. Estos recursos pueden ayudar los atletas a tomar decisiones informadas sobre sus finanzas y, con un poco de suerte, evitar
errores comunes como el gasto excesivo, el fraude, y las inversiones de alto riesgo, por nombrar algunos.
Otro factor que impulsa esta tendencia es el surgimiento de sofisticadas herramientas y servicios de planificación financiera que satisfacen específicamente a los atletas profesionales. Estos servicios pueden ayudar los atletas a desarrollar estrategias de inversión personalizadas diseñadas para sus situaciones y metas financieras específicas. Por ejemplo, los atletas profesiona
les suelen tener carreras deportivas relativamente cortas, lo que coincide con un breve periodo de ingresos altos. Esto requiere un método de inversión y gestión de activos diferente al de los inversionistas tradicionales. Al trabajar con administradores de patrimonio y asesores de inversiones que entienden las necesidades específicas de los atletas, los atletas pueden desarrollar un plan que maximice su potencial de ingresos y les ayude a asegurar su futuro financiero.
Quizás lo más importante es que muchos atletas profesionales ahora tienen una visión de más largo plazo con respecto a su futuro financiero. Esto significa pensar más allá de sus carreras deportivas y planificar la jubilación y otras actividades posteriores a la actividad deportiva. Muchos atletas están invirtiendo en bienes raíces (tanto comerciales como
residenciales), proyectos empresariales, capital de riesgo y capital privado y otras oportunidades que generarán ingresos pasivos y proporcionarán seguridad financiera mucho después de terminar sus actividades deportivas. Nos gusta referirnos a estos como “Proyectos por Pasión”. Mediante el aprovechamiento de sus contratos deportivos para financiar estas oportunidades, los atletas no solo obtienen por adelantado los dólares que les adeuda su equipo, sino que el hecho de tomar prestados los fondos necesarios también les permite mantener sus fondos personales invertidos a largo plazo. Al diversificar sus inversiones y pensar estratégicamente en sus inversiones, los atletas pueden crear una base financiera sólida que los apoyará a ellos y a sus familias durante toda su vida y más allá.